A perro flaco, todo son pulgas. Algo así debiste pensar cuando, el mes pasado, en plena ola de frío, el precio de la luz se disparó hasta alcanzar la tarifa más alta registrada en los tres últimos años. Y todo indica a que no sólo no va a bajar, sino que seguirá subiendo. Es hora de que te plantees cómo puedes reducir tu consumo eléctrico en el hogar. ¿Sabes que dos de cada cien euros de consumo los pagas por dejar los aparatos electrónicos de tu casa en modo standby? En este artículo vamos a ver qué cosas puedes hacer para ahorrar en tu factura de la luz.
Todavía estábamos desmontando el árbol de Navidad y guardando los regalitos de Reyes cuando, de repente, una ola de frío siberiano cayó a plomo sobre todo el país. Nuestras queridas islas Canarias fueron las únicas en salvarse. La nieve causó auténticos problemas en muchas localidades, como fue el caso de Requena (Valencia). Esta población se quedó sin suministro eléctrico durante varios días, debido a la avería de una de las líneas de alta tensión y la imposibilidad de acceder por tierra hasta ella para su reparación a causa del temporal. Por no hablar del perjuicio que esta situación causó a los vecinos del pueblo, en total hubo un corte en 32.000 puntos de suministro. Ahí es nada. El caos fue tremendo hasta que la incidencia pudo resolverse.
Y justo en esos días en los que la calefacción de la casa no daba a basto, utilizabas el agua caliente hasta para lavarte los dientes y lo único que te apetecía tomar eran caldos al borde de la ebullición, va y nos anunciaron que la tarifa de la luz subía. Y te indignaste, claro, porque bastante parte de tu presupuesto se lleva ya la dichosa factura de la luz como para que encima te pidan más.
Pero, ¿por qué esta subida tan brutal?
La explicación a esta subida se basa en tres acontecimientos. El primero, que como consecuencia de esta ola de frío siberiano la demanda de electricidad aumentó considerablemente. ¿Qué sucede? Que para cubrir esta demanda es necesario aumentar la producción, con el consiguiente incremento de costes.
En segundo lugar, coincidiendo con el temporal de frío y nieve en España, Francia paralizó la actividad de 21 de sus centrales nucleares, responsables de gran parte de la producción de electricidad del país. Así pues, nuestros vecinos tuvieron que recurrir a importarla de otros países, entre ellos el nuestro.
Aumenta la demanda y aumentan los costes de producción. Y llegamos así al tercer factor que explica la subida. Los sistemas más económicos para producir la electricidad son los que utilizan la energía eólica e hidráulica. Pero, ¿qué pasa? Que este está siendo un invierno bastante seco y con poco viento, por lo que las centrales no alcanzan a producir la cantidad de energía deseable. Hay que recurrir entonces a otro tipo de energía, en este caso la generada en las centrales de ciclo combinado, que utilizan el gas como materia prima. Esta opción es más cara y, por tanto, al aumentar los costes de producción también lo hará el precio final del producto.
Revisa el consumo de luz de tu hogar
No te voy a engañar. Como probablemente ya sabes, la parte estrictamente correspondiente al consumo de kilovatios supone el 35% del importe de tu factura. El resto de lo que pagas va destinado al peaje, es decir, los gastos derivados del uso de la red eléctrica, y a los impuestos. La subida de la que estamos hablando se aplica sobre el precio del kilovatio. Así que, si bien no vas a poder influir en exceso sobre el importe final de tu factura, sí que puedes tomar una serie de medidas para aliviar un poco esta cifra. Vamos a verlo.
Primero de todo, ¿sabes cuáles son los aparatos que más electricidad consumen en el hogar? Según la OCU, de mayor a menor, son estos:
- La nevera
- El congelador
- La televisión
- La lavadora
- La secadora
- El lavavajillas
El consumo también difiere según el momento del día en que se produzca, porque, por si no lo sabes, el precio del kilovatio varía cada hora. Lógicamente, desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana es cuando registra los precios más bajos. Pero claro, no son horas para poner lavadoras, secadoras ni lavavajillas. Entonces, ¿qué hacer? Ante todo elige siempre los electrodomésticos que tengan la etiqueta de eficiencia energética. Los mejores son los A+++.
Vale, pero ¿qué puedes hacer para pagar menos?
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte:
La nevera y el congelador. Ten en cuenta que están funcionando 24 horas los 365 días del año, de ahí que ocupen el primer y segundo lugar en el ranking de los electrodomésticos que más consumen. Para controlar esto te recomiendo que vigiles los siguientes puntos:
- La temperatura a la que están funcionando. La temperatura óptima para el frigorífico es de 5ºC, y la del congelador, -18ºC.
- La ventilación entre la pared y la rejilla trasera, que debe estar bien limpia. Deja al menos 10-15 cm de espacio.
- No la tengas ni demasiado llena, ni demasiado vacía. Ambos extremos son malos.
- No metas alimentos calientes en el frigo, déjalos fuera hasta que estén a temperatura ambiente y entonces los introduces en el refrigerador.
- Evita la formación de placas de hielo en el congelador
- Descongela siempre tus alimentos en la nevera. Ayudarás a que consuma menos energía.
La lavadora y el lavavajillas. Ponlos siempre al máximo de su capacidad de carga, procura lavar en frío o a bajas temperaturas y emplea programas cortos, en la medida de lo posible. Vigila que los filtros estén limpios, porque las obstrucciones provocadas por la cal repercuten en un mayor consumo de energía. En cuanto al detergente, es preferible siempre el líquido a las pastillas en polvo, requiere menos consumo de energía para disolverse.
Llegado el momento de tender la ropa, siempre que te sea posible evita el uso de la secadora y tiende al aire libre.
El televisor. ¿Eres de los que tienen la televisión en el cuarto y la utilizan para coger el sueño? Prográmala para que se desconecte automáticamente y evita despertarte a las 4 de la mañana con la teletienda y un consumo innecesario. Ajusta el brillo de la pantalla, habitualmente suele estar bastante alto. Y escoge siempre pantallas LED.
La cocina. Si tienes una placa vitrocerámica utiliza siempre recipientes cuya base se acople a la superficie de cocción. Tápalos mientras estés calentando los alimentos y a ser posible, cocina preferiblemente con olla exprés. Si usas el horno no lo estés abriendo continuamente para comprobar cómo va el proceso, haz uso del temporizador. Y si puedes cocinar en el microondas mejor que en el horno, también así ahorrarás energía.
La calefacción. Siempre que te sea posible aprovecha el calor del sol, para ello durante el día deja las persianas subidas y no ventiles tu casa más allá de diez minutos, es tiempo más que suficiente. Tu hogar se irá caldeando de forma natural. Al atardecer baja persianas y corre cortinas para que este calor no se pierda. Cuando conectes la calefacción hazlo en las habitaciones donde vayas a estar y selecciona una temperatura moderada.
La iluminación. ¿Te has parado a pensar la cantidad de bombillas que tienes en casa? Según un estudio de la OCU, una media de 23 por hogar. Tienen más importancia de la que piensas. Emplea siempre lámparas LED, de bajo consumo. Aprovecha la luz solar todo lo que puedas y apaga las luces cuando te vayas.
El standby. Impresionante el consumo que puede llegar a generar la dichosa lucecita roja de la televisión o el equipo de música cuando la apagas pero no la desconectas. Sigue consumiendo, poco, sí, pero consume. Como he comentado antes se lleva 2 de cada 100 euros de gasto. ¿Qué hacer entonces? Muy sencillo: desconectar los aparatos cuando no los uses. Si empleas regletas con varios puntos de conexión compra siempre las que dispongan de un interruptor y apágalo cuando no estén en uso.
Ojo con las subidas y bajadas de tensión
Como sabes, este es uno de los motivos por los que muchos de los aparatos electrónicos de tu hogar pueden sufrir importantes daños. Por eso es importante también que los tengas desconectados cuando no los estés utilizando. Si a pesar de ello ocurre la catástrofe, te recuerdo que Mapfre pone a disposición de todos sus asegurados una garantía que cubre los daños eléctricos. Nos ocuparemos de reparar los desperfectos materiales provocados y de las pérdidas provocadas por los mismos, por ejemplo, que se echen a perder todos los alimentos que tienes en la nevera por una avería eléctrica.
¿Quieres incluir esta garantía en tu póliza de hogar? Contacta conmigo y será un hecho.
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