Cuando algo es muy barato siempre piensas que hay gato encerrado, ¿cierto? Esto pasa a menudo con los seguros de salud, puedes ver anunciadas ofertas de seguros a precios muy bajos que te resultan muy atractivos. Pero, atención, que suelen esconder una trampa: el copago. El sistema de copago, por definición, no es bueno ni malo. Pero hay que conocerlo antes de lanzarse a contratar la oferta más económica. Hoy quiero explicarte en qué consiste, cómo funciona y para quién está indicado.
El caso de Cristina
Cristina tiene 42 años y trabaja como dependienta en una librería universitaria. Vive en pareja, no tiene hijos. Hace cinco años su banco le ofreció un seguro de medicina privada. Le mostraron un libro con todo el cuadro médico al que podría acceder y le explicaron las ventajas de tenerlo, especialmente ella, que estaba ya en una edad en la que le convenía realizarse revisiones ginecológicas periódicas de manera preventiva.
Nuestra protagonista tenía antecedentes de cáncer de mama en la familia. Le preocupaba pasar por lo mismo que pasó su madre hace años. Así que le pareció buena idea suscribir una póliza de salud. Con este seguro no tendría que depender de listas de espera y tendría acceso a todas las pruebas necesarias sin importar su coste. Así que no se lo pensó, aceptó la oferta y firmó el contrato con su entidad bancaria.
Desde allí le aconsejaron que aprovechara para visitar a los diversos especialistas y realizarse un examen médico completo. Le pareció una idea excelente, puesto que ella siempre había sido bastante dejada para su salud, y ahora tenía la ocasión de hacerse un chequeo a fondo.
Aproximadamente un año después Cristina comenzó a sentir unas molestias en las lumbares. Y es que pasaba muchas horas de pie en la librería, pero no sólo eso, sino que cuando llegaban los pedidos tenía que colocarlos en el almacén. Acostumbraba a cargar mucho peso, tenía que mover cajas de libros de aquí para allá, agruparlos por secciones, coger la escalera de mano y subirlos a su estante correspondiente. Poco a poco se iba resintiendo de tanto trasiego.
Un descubrimiento inesperado
Así que decidió visitar al traumatólogo, quien después de hacerle unas radiografías y examinarla con detenimiento le ordenó diez sesiones de rehabilitación con un fisioterapeuta. Inició el tratamiento y comenzó a sentirse mejor. Agradeció disponer de su seguro, puesto que se había ahorrado pagar las diez sesiones de fisioterapia, ¡que no son precisamente baratas!
La sorpresa vino cuando al mes siguiente, al consultar los movimientos bancarios, descubrió un cargo de 20 € en concepto de copago. No entendía nada, ¿pues no es que tenía todos los servicios cubiertos con el seguro de medicina privada? ¿Por qué este cargo ahora? Se encaminó a su oficina y solicitó hablar con su agente para que le diera las explicaciones oportunas.
Cristina, sin saberlo, tenía una póliza de salud con copago. Puede que esto también te pase a ti porque cuando la contrataste no te explicaron las diversas modalidades y cuál de ellas te convenía más.
¿Entonces tener el copago es bueno o malo? Pues depende de tu caso. Vamos a ver a continuación qué es, cómo funciona y para quién es interesante escogerlo.
¿Qué es el copago en un seguro de salud?
El copago consiste en una cantidad de dinero que pagas cada vez que vas a cualquiera de los especialistas incluidos en el cuadro médico de tu compañía. Se te cobra aparte de la prima que tengas fijada en tu póliza de salud y te la cargan en cuenta al mes siguiente de la consulta.
A mí me gusta compararlo, cuando lo explico, con la franquicia del seguro del coche. Mis clientes suelen entenderlo mejor así. Si lo contratas con franquicia el precio de tu póliza será más bajo, pero a cambio asumes tú el pago de una cantidad determinada en caso de siniestro con tu vehículo, ¿verdad? Pues esto vendría a ser lo mismo.
El precio del copago depende de cada compañía, puede ser una cuota fija o variar en función del tipo de especialista que hayas consultado y las pruebas que te hayan hecho. Si por ejemplo, el mismo médico te ha mandado hacer varias pruebas, es posible que tengas que abonar una cantidad por cada una de ellas.
¿Por qué existen los seguros con copago?
Esta modalidad existe por dos razones:
- Para concienciarte del uso responsable del seguro de medicina privada y que realmente lo utilices cuando lo necesites, evitando el uso abusivo de los recursos.
- Porque, al distribuirse los costes de los servicios, se evita la subida periódica de la prima de salud. Por tanto, abaratas el precio de tu seguro.
¿Qué diferencias hay entre un seguro con copago y sin copago?
Los servicios y las prestaciones son exactamente las mismas en las dos modalidades. Tendrás acceso al cuadro médico de la compañía por igual. La diferencia está en el precio de la prima.
- Si eliges la opción sin copago el importe de tu prima será más elevado y tendrás todos los servicios incluidos, sin tener que pagar nada aparte.
- Si escoges la opción con copago tu prima va a ser más barata y por contra, abonarás una pequeña cantidad extra cada vez que vayas a consulta médica.
Luego, dentro del copago también existen varias alternativas. Por ejemplo, Mapfre te da la posibilidad de escoger entre dos seguros de este tipo para que elijas el que más te interese. Como te decía, tienes exactamente las mismas coberturas con ambos, lo único que varía es el precio.
Entonces, ¿qué opción me conviene más?
Buena pregunta. Pues como siempre te digo, es importante que te asesores correctamente. Ten en cuenta que verás muchas ofertas de seguros de salud muy baratos. ¡Ojo con ellas! Suelen tener copagos muy altos, lee bien la letra pequeña.
Por regla general te diré que la opción del copago está indicada para aquellas personas que quieren disponer de una atención médica de calidad pero que habitualmente no visitan al médico. Para ellas es interesante porque abaratan el precio de su póliza.
En cambio, si se trata de personas mayores, niños o personas con una salud delicada es más recomendable elegir el seguro sin copago. Les resultará menos gravoso económicamente porque han de visitar al médico con más frecuencia .
¿Puedes cambiar de una modalidad a otra cuando quieras? Sí. Tan sólo tendrás que esperar al vencimiento de tu póliza y solicitar el cambio.
No hay una opción que sea mejor que otra, como ves. Depende de tu situación, hay personas que, ante la imposibilidad de prever el estado futuro de su salud, aunque en el momento actual sea buena, eligen la opción sin copago. Prefieren pagar más pero tener incluidos todos los servicios y cubrirse las espaldas ante lo que pueda venir. Sin embargo, otros prefieren ahorrarse esa cantidad ahora y cuando llegue el momento, si llega, abonar lo que sea preciso. Pero eso que llevan ahorrado hasta entonces.
¿Cuál es tu caso? Cuéntamelo y te ayudaré a elegir la mejor opción.
Comentarios recientes