Con 21 años tuvo un accidente de coche que le dejó en una silla de ruedas. Esta circunstancia no hizo que se viniera abajo, sino que potenció su lado solidario y comenzó a trabajar para ayudar a otras personas en la misma situación. Dice que busca las oportunidades en las dificultades. Y lo lleva a cabo. En 2003 fundó la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes, con el objetivo de prestar servicios a las víctimas y familiares de accidentes de tráfico. Cree firmemente que la seguridad vial ha de ser una prioridad para el Estado y trabaja con ahínco para conseguirlo. Termina de entrar en vigor el nuevo baremo de indemnizaciones a víctimas de accidentes de tráfico y hemos querido contar con su testimonio. Él es Francisco Canes, presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA).
El 1 de enero ha entrado en vigor la subida del baremo que establece las indemnizaciones a víctimas de accidentes de tráfico. Para que todos lo entendamos, ¿en qué consiste esta subida?
Es una profunda actualización de los conceptos de las cantidades y de todo el sistema indemnizatorio de daños personales a las víctimas de accidentes de tráfico
¿De dónde parte la iniciativa y por qué se ha llevado a cabo?
Esta iniciativa parte de nuestra asociación cuando aún gobernaba el Partido Socialista, ya que nos dirigimos al ministro Rubalcaba y él nos puso en contacto con la Dirección General de Seguros, a la que trasladamos nuestra inquietud por la obsolescencia del sistema de valoración de daños personales vigente.
¿Cuáles son las diferencias más sustanciales respecto al baremo en vigor hasta el 31 de enero de 2015?
Existen varios cambios importantes, en especial los relativos a las mayores dificultades para indemnizar a los lesionados graves y leves, sobre todo por otras modificaciones legislativas que se suman a este baremo, como la reforma del Código Penal.
Por otra parte se aumentan de manera sustancial las indemnizaciones a los familiares de fallecidos, se amplían los beneficiarios para ajustarlos a la nueva estructura social y se mejoran las indemnizaciones y las ayudas técnicas a lesionados graves. También tiene mucha importancia la nueva regulación del lucro cesante.
¿En qué va a afectar esto a los clientes de las compañías aseguradoras? Hasta el momento ninguna compañía se ha pronunciado claramente, ¿nos van a subir la prima del seguro del coche?
Desde luego que va a producirse un ajuste, aunque en mi opinión será mayor en las compañías pequeñas, ya que las grandes es posible que capten negocio a través de sus líneas directas en detrimento de la mediación tradicional.
¿Prevé una desaparición del mercado de las compañías más pequeñas debido a no poder capitalizarse por este motivo?
Desde luego como a una compañía pequeña le toquen varios siniestros graves lo va a notar mucho, pero para eso está el reaseguro, y hay que tener en cuenta que no hay que descartar absorciones.
Al hilo de esto, para todos aquellos que están pensando en cambiar de compañía, ¿aconsejaría hacerlo ya o esperar?
El cambio en las primas no va a ser inmediato, sino que a mi entender será algo progresivo que irá sucediendo tal y como se tengan que repercutir los siniestros en las primas. En cualquier caso con los beneficios de muchas compañías aseguradoras se puede absorber perfectamente este aumento de indemnizaciones, ya que por otra parte los siniestros leves van a tener una bajada muy importante y muchos accidentados van a desistir de reclamar. Por lo tanto a medio plazo las aseguradoras van a salir beneficiadas
¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Esta subida responde a las peticiones de los colectivos afectados? ¿Qué se han dejado en el tintero?
En nuestra opinión lo que se ha quedado es hacer un baremo justo para todos, cuidando mucho que no se produzca el fraude pero indemnizando de manera rápida y justa a todos los afectados, independientemente de la gravedad.
Hay que tener en cuenta que el fraude existe, pero más que un fraude general existe cierta tendencia por parte de algunos a exagerar, en un contexto en el que las aseguradoras tienden a dificultar el cobro de las indemnizaciones buscando la rentabilidad financiera.
Durante el puente de la Constitución 23 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico. Usted declaró que en parte este incremento se debe también a una política errónea del Ministerio de Interior, ¿en qué está fallando?
Hay que tener en cuenta que la seguridad vial es una tarea de todos los que participan de la movilidad y estamos viviendo una etapa en la que no se cuenta con nadie y la seguridad vial ha pasado a ser algo secundario a nivel político, mediático y social.
¿Cuáles son ahora mismo las causas más frecuentes de accidentes de tráfico? ¿Están siendo efectivas las campañas de la DGT para reducir la siniestralidad?
Las causas más importantes de los accidentes siguen siendo la velocidad, el alcohol y las distracciones, teniendo una
especial importancia el móvil, que debe desecharse absolutamente de la conducción.
Las campañas de tráfico resultan aburridas, la gente ya está cansada de escuchar siempre lo mismo, por lo que pasan desapercibidas.
A su juicio, ¿existe un nivel adecuado de concienciación social en materia de seguridad vial?
Todo el mundo es claramente consciente del peligro potencial de la conducción, el problema es que no lo tengamos siempre en mente cuando conducimos. Es necesario que antepongamos la prudencia al riesgo y a la despreocupación.
¿Cuál es la labor que desarrolla la Asociación con las víctimas de accidentes?
Nuestra labor se centra en dos facetas esenciales: en primer lugar prestar apoyo psicológico y social, así como información legal, a las víctimas de accidentes de tráfico y a sus familias.
Por otra parte realizamos una importante labor de concienciación y de formación en seguridad vial, tanto en colectivos como jóvenes, motoristas, ciclistas, como en empresas. La seguridad vial en el ámbito laboral tiene una gran importancia, pues casi todo el mundo utiliza el vehículo para ir o volver del trabajo o como herramienta de trabajo.
¿En qué están trabajando ahora mismo? ¿Cuál es su próximo objetivo?
Ahora nuestra mayor preocupación es hacer que la seguridad vial vuelva a ser una prioridad del Estado, independientemente de quien gobierne. Hay que tener en cuenta que durante muchos años ha existido una dinámica favorable a trabajar la seguridad vial, por eso hemos conseguido reducciones en los fallecidos del 15% anual.
¿Cómo se puede colaborar con ustedes?
Para nosotros lo más importante es contar con expertos que nos ayuden en temas de información legal social o psicológica
Recientemente hemos conocido el rechazo por parte del Tribunal de Estrasburgo de la denuncia presentada por la Asociación de Afectados por el accidente de Spanair en agosto de 2008. ¿Cuál es su postura al respecto? En su opinión, ¿los siniestros aéreos merecen una consideración diferente al baremo de accidentes de tráfico a la hora de establecer indemnizaciones?
El baremo de tráfico se ha utilizado y se va a seguir utilizando como referencia para marcar las cuantías indemnizatorias de manera general. Hay que tener en cuenta que la pérdida de un ser humano o de la integridad física no tiene por qué ser valorado diferentemente. Otra cosa son los perjuicios y el lucro cesante, que independientemente de la pérdida física, puede y debe ser diferenciado por las circunstancias person
ales, familiares, económicas y laborales de la víctima.
Nosotros estamos trabajando en un programa en el que vamos a realizar informes sociales periciales con valor judicial para las víctimas de accidentes y sus familias, lo que les va a poder permitir exigir con base científica y coherencia indemnizaciones ajustadas al perjuicio real que sufran en el ámbito de la autonomía personal, de los problemas familiares, de las secuelas psicológicas y en todos los ámbitos de la vida, de tal manera que el juez tenga elementos claros para valorar todos los perjuicios actuales y futuros.
Y por último, señor Canes, ¿qué frase tendrían que decirse a sí mismos todos los conductores antes de coger las
llaves del vehículo?
Sobre todo que el vehículo es un elemento que nos ayuda relacionarnos con nuestro entorno familiar y social y que nos permite hacer muchas cosas que de otra manera serían imposibles. Por lo tanto debemos cuidarlo, tanto a él como la manera en la que nos relacionamos con él y con los demás que comparten con nosotros las carreteras.
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