Si tienes cierta edad quizás recuerdes que,  hasta no hace muchos años, cada cierto tiempo llamaba a tu puerta el cobrador del seguro, “el de los muertos”, que decía mi padre. Casi siempre a la hora de comer. Cobraba el importe de la cuota, te daba el recibo y hasta la próxima. Y ese es el concepto de seguro de decesos que todavía tienen en mente casi todos los mayores de sesenta años de nuestro país. El de ir pagando poco a poco el entierro para no dejar cargas  a los que queden,  llegado el momento. Otros muchos prefieren ahorrar ese dinero durante toda su vida y “tener un colchón” para que sus familias dispongan de él cuando llegue la hora de hacer frente a los gastos funerarios. Error. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.

 

 

Hoy en día las compañías aseguradoras ofrecen a sus clientes diversas modalidades de pago en su póliza de decesos, tal y como explicamos en un artículo anterior. Teníamos la modalidad estándar y la prima natural, las más conocidas. Implican el pago de una cuota anual de por vida, que puede ser fija o ir aumentando conforme el asegurado va cumpliendo años.

Hoy quiero explicarte la modalidad del pago único. Quiero explicarte en qué consiste, para quién es interesante y cuáles son las ventajas de su elección.

 

¿Qué es el pago único?

 

 

El pago único del seguro de decesos cubre los gastos funerarios derivados del fallecimiento de una persona: incineración o inhumación, tanatorio y gestiones administrativas necesarias. Siempre que el asegurado lo solicite ofrece también  los servicios de  consulta jurídica, la tramitación de documentos y la asistencia psicológica en caso de muertes traumáticas o de menores.

Además incluye coberturas adicionales  como  la asistencia en viaje, por lo que si el fallecimiento se produce fuera de la localidad de origen del asegurado, en cualquier parte del mundo, el seguro se hace cargo de su traslado junto con un acompañante.

Y, por supuesto, también puedes solicitar el servicio de gestión testamentaria.

 

 

 

 

 

Hasta aquí todo igual que cualquier otra modalidad escogida. ¿Qué es lo diferente, entonces? La diferencia viene en la forma de pago. En este caso hay dos posibilidades:

 

  • El pago único de la prima por el total del coste de los servicios. Pagas de golpe los gastos funerarios y te olvidas.
  • El pago a 5 años. En este caso el importe total se fracciona en cinco cuotas anuales.

 

Tanto el pago único como el pago a 5 años pueden solicitarse a cualquier edad y ofrecen cobertura vitalicia. ¿Qué quiere decir esto? Que se garantiza la prestación del servicio, ocurra cuando ocurra el fallecimiento.

 

¿A quién le interesa la modalidad de pago único?

 

Aunque puedes contratarla a cualquier edad esta opción está indicada para dos perfiles de cliente

Mayores de 60 años, que han sido reticentes toda su vida a contratar un seguro de decesos y que han ido ahorrando para pagarse su sepelio. Y dirás, vale, pero si ya tienen el dinero ahorrado,  en su casa o en el banco ¿por qué invertirlo en un seguro?  Muy sencillo, te pongo un ejemplo:

Tuvimos el caso de un señor de avanzada edad que nunca había querido contratar un seguro de decesos, se decía “antiseguros”. Este señor, desgraciadamente, contrajo una grave enfermedad para la que no le dieron esperanzas de vida. Su hijo, llegados a este punto, comenzó a hacer gestiones. Llamó a una funeraria y pidió un presupuesto que incluyera el servicio de incineración: 5.700 €. Seguidamente acudió a nuestra oficina y nos pidió ese mismo presupuesto bajo la modalidad de pago único: 4.700 €.

Como ves, la diferencia de precios es sustancial. Las aseguradoras siempre podemos  conseguir mejores precios que un cliente particular que va a solicitar el servicio por su cuenta.  Por tanto, para personas de personas de esta edad, que disponen de un capital ahorrado y que precisamente por su edad  o que por motivos de salud no puedan acceder a otras modalidades esta la opción recomendada. Supone un ahorro importante.

Personas más jóvenes, entre 45 y 60 años. Aquí es más habitual escoger el pago fraccionado a 5 años. Si estás en este grupo puede ocurrir que  tengas un dinero ahorrado y que a lo mejor prefieras quitarte este cargo de encima lo antes posible y no tener que estar pagando toda tu vida.

Por eso se te da la opción de pagar el importe total de los servicios en 5 anualidades, una vez finalizado este período te olvidas del tema. ¿Y qué ocurre si, toquemos madera, el fallecimiento se produce antes de que se cumplan esos cinco años? Pues que el servicio está garantizado igualmente y que tu familia quedará exenta del pago de las anualidades que queden pendientes.

 

 

¿Por qué el colchoncito no es una buena idea?

 

Lo de tener el  “dinero para el viaje” guardado debajo del colchón, o en el banco, no te garantiza que vayas a tener cubiertos los gastos funerarios.  En primer lugar, porque ninguno de nosotros sabemos cuándo nos va a llegar la hora, y el coste de los servicios se incrementa cada año. En la actualidad la media en España anda por los 3.500-4.000 €, pero ¿cómo saber cuál será dicho coste dentro de 5 ó 10 años?

En segundo lugar, porque la muerte puede producirse en cualquier lugar, y si la fatalidad hace que esta ocurra a miles de kilómetros de distancia de la localidad de origen será necesario cubrir también los gastos de traslado o repatriación del cadáver.

Seguro que ahora estás pensando: “claro, Ana, pero eso tampoco lo sabe la compañía aseguradora, ¿cómo sé que el pago que os voy a hacer va a ser suficiente para cubrir los gastos funerarios cuando llegue el momento? ¿Podría ocurrir que no alcanzara y que mi familia tuviera que abonar la diferencia?”

La respuesta es no. ¿Sabes por qué? Porque esta situación ya la tenemos contemplada, la compañía ya prevé las subidas que pueda haber e incrementa la suma asegurada cada año. Por tanto, sea cual sea el coste de los servicios siempre vamos a responder, a no ser que hayan variado las condiciones estipuladas en la póliza (por ejemplo, el lugar de entierro).

 

En resumen, el pago único está pensado para personas que durante toda su vida se han negado a ir pagando poco a poco su entierro o incineración y que desean aliviar de este cargo a sus familias. Siempre les va a resultar más económico que contratar directamente con la funeraria y van a tener la tranquilidad de tener todos los servicios cubiertos.

 

Mi recomendación es que, siempre, siempre, siempre, consultes con tu asesor en materia de seguros. Estudiará tu situación personal, aclarará todas tus dudas y te ayudará escoger el producto que mejor responda a tus necesidades.

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