Queremos que te vayas tranquilo de vacaciones y por eso te presentamos cuáles son los siniestros más habituales en verano, a la vista de nuestra experiencia gestionando partes en esta época del año, para que tomes las precauciones necesarias antes de salir y puedas disfrutar de tu descanso estival con seguridad.
Te vas de vacaciones, por fin llega el momento de desconectar de todo, relajarte y disfrutar de unos días de descanso que tanto tiempo llevas necesitando. En verano parece que todo sucede a un ritmo más lento, ¿verdad? Precisamente esta relajación de hábitos y esta desconexión, tan necesaria para tu salud física y mental, es la que provoca una serie de descuidos y accidentes que acaban siendo motivo de llamada a la compañía de seguros.
1. El robo en la vivienda.
El índice de robos en viviendas vacías sigue subiendo en los meses de verano. Los cacos tienen sus maneras de saber si tu piso o apartamento está vacío. La última que nos hemos encontrado es la colocación de agujas en el bombín de la cerradura, la dejan unos días y si a la vuelta estas siguen intactas quiere decir que no hay nadie en la vivienda y por tanto tienen vía libre para entrar.
Si te vas a marchar fuera habrás de tomar unas precauciones básicas, como no anunciar a bombo y platillo tu viaje en las redes sociales y entre desconocidos, dejar bien cerradas puertas y ventanas, que alguien se encargue de recogerte el correo y regar tus plantas u ocultar los objetos de valor en un lugar seguro. Estos consejos vienen recogidos en el documento “Mi casa a salvo” que el Ministerio del Interior lanzó hace unos años.
2. Los pequeños hurtos fuera del hogar
El robo de móviles, carteras y bolsos es otro de los motivos más comunes por los que se da parte al seguro del hogar en verano. Y es que es muy frecuente estar en la playa con familia o amigos y decidir ir a bañarse todos a la vez, dejando las pertenencias al alcance de cualquiera que pase. O estás en la terraza de un bar con el móvil sobre la mesa, a la vista de todo el mundo. Una táctica muy habitual es que se te acerque una persona que se encuentra recogiendo firmas para una causa solidaria. Mientras te dice “firma aquí” y coges el bolígrafo tu teléfono desaparece al instante.
Llevar los bolsos abiertos o semiabiertos, dejando las llaves de casa al descubierto, otro descuido importante. El avispado caco las cogerá en un santiamén y te seguirá para saber dónde vives y poder desvalijar tu apartamento en menos que canta un gallo.
3. Pequeños descuidos en casa que provocan grandes catástrofes
Las fugas de agua se llevan la palma en cuanto a índice de siniestralidad, por encima de los robos y hurtos. Según un estudio publicado por INESE el pasado mes de mayo, el 31% de los siniestros de seguros de hogar en 2015 fueron producidos por agua.
Ese grifo que gotea, esa llave que se rompe… Un leve goteo o un pequeño chorrito de agua parece que no pueda provocar grandes daños, pero te garantizo que hemos tenido un caso en el que hubo que reformar un piso al completo por causa de un descuido de este tipo. La filtración que provocó durante días y días el agua consiguió atravesar las paredes y suelo de la vivienda, provocando una inundación que se extendió hasta el piso de abajo.
Por eso la consigna es cerrar la llave de paso cuando te marches, te evitarás un gran disgusto.
4. Daños atmosféricos
El mes de agosto es tiempo de lluvias torrenciales en muchos lugares del país, estas trombas de agua provocan la rotura de los tejados de muchas casas. En especial en el litoral levantino, donde la temida gota fría se deja sentir cada año con fatales consecuencias.
Dejas abiertas de par en par puertas y ventanas para refrescar la estancia y entra un viento fuerte que provoca un portazo y por consiguiente, la rotura de los cristales. Otra situación que nos encontramos con frecuencia en esta estación.
5. Alimentos echados a perder en la nevera
Como esperas tener algo que llevarte al estómago a tu regreso dejas conectada la nevera con algunos alimentos básicos en su interior. ¿No te ha pasado que se produce un corte de luz que dura unas horas y que provoca que tengas que tirar todo lo que tienes en el frigorífico? Pues imagínate si no lo descubres hasta un mes después, cuando retornas al hogar. El estado de descomposición de los alimentos genera unos olores que no se marcharán fácilmente del ambiente durante varios días.
6. Niños, pelota y ordenador, la tragedia está servida.
Los niños no tienen colegio, pasan muchas horas dentro de casa porque claro, no es cuestión de salir a la calle con el calor que hace hasta que no se vaya el sol. Y como niños que son necesitan jugar , no se les ocurre otra cosa que coger el balón y darle unas patadas justo en el mismo lugar donde se encuentra el ordenador. No hace falta que te diga que el impacto de la pelota en la pantalla repercute en muchos casos en la rotura automática del cristal.
Quizá ya sabes todas estas cosas, pero ¿las tienes en cuenta antes de abandonar tu dulce hoga? Por eso te aconsejamos que tomes las precauciones necesarias y que te procures un verano tranquilo y sin incidentes, que ya te lo has ganado. Eso sí, si cualquiera de estos casos te ocurriera estarás cubierto con el seguro de hogar de Mapfre. Consulta con nosotros y te aconsejaremos las mejores coberturas para tu vivienda.
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